insinuación del arco iris...

martes, 24 de marzo de 2009

Campana

Mi corazón tiene una campana
estuvo rota un tiempo largo
ahora la están reparando
Mis amigas y amigos saben entrar sin llamar
aunque algunas veces gritan mi nombre bien fuerte
para que los escuche

Las personas que no saben quien soy se cansan
de aplaudir y nunca salgo
No me da la gana
Otras veces no tengo tiempo de tanto trabajo
que da desmalezar mi jardín
Algunas otras veces otras gentes se detuvieron
en mi puerta
Yo justo estaba ahí, en el jardín de adelante,
Una me dijo: “Perdí un abrazo verde… Ud. Lo vio?”
La verdad es que lo había visto pero como me trato
de Ud. Le dije que no.
Era tanta su seriedad que me pareció que podía
morirse si le decía donde estaba, tan divertido,
bailando un carnavalito con un rayo de sol.
Otro día una persona gritó hasta el cansancio
un montón de extrañas teorías sobre la germinación
del alma.
Fue de lo más raro se los puedo asegurar,
entreabrí la reja pues me dio cierta curiosidad,
la tuve que cerrar, su propia alma estaba seca,
completamente seca, qué cosa más absurda esto:
teorías que no se riegan a sí mismas.

Y ayer, justo ayer, un colibrí insinuó mi nombre,
con cada aleteo llamaba a mi corazón
quería pintarle colores.
Ahí sí, muertísima de miedo le abrí la puerta,
aunque todavía no esté lista la campana,
quien sabe.
Ahora podré inventar nuevos sonidos,
campana y colibrí en cada haz de luna,
en esas gotas de rocío y tantas manos,
en el brillo de los ojos y la loca esperanza
de una tarde sin horas,
una tarde con río y guitarras llena de verdad y viento.
Un eco
Ese susurro de mi nombre hecho danza y silencio.

Cintura hacia la risa







Qué importa que la muerte se arrodille
pidiéndote disculpas!
Tus pupilas llevan la guadaña impresa
con fuego desde aquella tarde.
No sabés aún donde perdiste la inocencia.
Ni siquiera en las manos de que
oscuro personaje acecharon
las horas más temibles.
Siempre hubo el miedo a la noche,
allí se balanceaban interminables monstruos
que sólo combatías con la luz.
Nadie te creyó tanta pavura.
No reconocieron la mitad de sonrisa
que faltaba, ni cuando te perdiste.
Adónde quedó la mano que tomabas
cuando se estrechaba el sendero
y los lobos aullaban hondamente.
Trepaste los secretos,
llenaste de arcoiris cada tormenta
cada vez que podías.
Pero la pena atrapó tu centro.
Y ahora no sabés si te estás
regodeando en las cenizas
o por primera vez vislumbras el horizonte
donde amanecer el verdadero sol.
No es que el recorrido haya sido estéril o fingido,
todo es parte de la grieta
puesta ante tus manos.
Abrirla es el dolor de mil cuchillos
clavándose en tus sueños.
Te aferraste a la vida con fuerza inusitada.
Como la semilla en el desierto.
Echaste raíces pese a todo.
Los molinos de viento pusieron sus cosquillas.
Fue tu cabeza el gigante más temido
donde se libraron y libran infatigables batallas.
Buscando en los rincones
de los días pasados la llave
que despunte el día,
la nueva claridad.
Túneles y más túneles, pasadizos, espejos.
Corrés cuadras y cuadras y no llegás a casa.
Ya no encontrás tu barrio ni tus perros.
Ya no encontrás tu nombre perdido
entre las sábanas.
Un aroma de sierras y vertientes te recobra,
es posible saber que aún estabas, que estás.
Tus manos tiemblan.
Afuera el corazón navega
los silencios que perdiste,
tus palabras mansas,
los gestos dulces,
la mirada sin filos.
Alguna vez no fueron necesarias las espinas.
Las mariposas no temen a los ángeles.
Los conejos festejan margaritas.
Tus lágrimas sorprenden tantas noches.
Descansar las sospechas,
los pánicos antiguos enterrarlos
en ola gigantesca para ser doblegados.
La tierra te arropó siempre que la dejaste.
No hay ya que temer.
La muerte te robó los enemigos.
Es preciso quemar la ropa vieja.
Descargar el saco de los años.
Darse tregua.
Ahora o nunca.
Allí donde podés
da el salto
que arquea tu cintura hacia la risa.

jueves, 19 de marzo de 2009

Diario de Viaje - Presentación





* Foto de Boris (mi hijo de 5)
En el año cero del mundo,
cuando todo comenzaba,
una mujer buscaba su Diosa viva,
el nombre del amor y la fiesta,
su erotismo sagrado y la ternura.
Danzaba espirales,
en su cortejo de espuma,
al encuentro de un (el) Hombre
que pudiera/supiera mirarla.
En algún muro de roca,
a veces en las cortezas o
en playas apenas vírgenes
bordó palabras a sus silencios,
quiso decir sus sueños y dolores,
construir verdad desde sus entrañas…
Algo de todo eso guardaron
seres mágicos en hojas de viento…
Ahora es tuyo, si estás dispuesto a tocar…
a la Mujer…


Diario de viaje

Todo quedó suspendido cuando supe
que todavía no era yo,
que había nacido muerta y
que la historia estaba por empezar…
Mi vientre fue el indicio de un viaje
que se gestó con las lunas
que dieron luz a una niña de las estrellas
que trajo un sueño bordado en sus pupilas…
Y un hermano del cielo que la cuidaba
hasta derramarse en arcoiris
Probando una vez más que
la alquimia vive en el latido
de un cáliz púrpura y caliente
Cobijo de los seres que beberán oro blanco
de las fuentes de la Diosa Madre
hasta decir adiós!
Acuné muchas lunas la calidez
de esos cuerpecitos que crecían
de mí radiantes e insolentes,
soles únicos de esta vida
que alumbran senderos hacia la verdad…
Mi cuerpo despegó finalmente
volvió a mí con renovada luz…
Toqué por primera vez la verdadera sed,
enterrando los monstruos del silencio
y despertando la risa…
Así fue que partí en este viaje,
increíbles mujeres abrazaron mis miedos
y mis lágrimas, potentes de dicha
sueños cobijaron mis secretos…
Ahora voy hacia el encuentro
de un hombre dispuesto
a tocar la verdad…

lunes, 16 de marzo de 2009

Amor Divino






Este pequeño texto lo escribí en agosto de 2008, se acercaba el cumpleaños de un amigo y nacieron estas palabras.
Hoy este amigo me hizo un regalo, algo que tal vez sea una semilla de un gran cambio que un grupo de soñadores y soñadoras esperamos ver...

Gracias Amigo! Y no dudemos que el mundo se cambia con pequeños y valientes gestos...

Para vos que caminás las horas regando sonrisas...


En el borde del amor
Recorro el nuevo horizonte
Cascada fresca
Tu sonido cabalga mis temores
Llegaste ángel de mi corazón
A cuidar el destino
Guardaste el reino
La magia
En la tierna mirada de tus manos
Flores en las pupilas
Asombro y Luz
Camino tu costado
Nazco joven en el brote de la risa
Te sentí
Te espero
Danzo en el filo
Respiro la ofrenda de tu dicha
Y ya no tengo edad

viernes, 6 de marzo de 2009

Tal vez

Tal vez sólo me sea dado
Tocar el mundo en el fuego de las palabras
En el sutil universo que crea destruye crea
Cosmos y más cosmos
Entro en la grieta de los raros
De los excluidos del día
Siento el poder de la conjunción divina
Uniendo en puntadas locas las partes de este juego
Leo danzas de otras manos
Esas que llegan ahí
Poesía y magia
Roce
Temblor crepuscular
Último aliento

Tal vez
Sólo me sea dado
Sólo
Beberme el blanco y filoso espacio
Teñirlo de savia arcoiris
De la noche más pura
Pintarle escenas de viento y sexo
De miedo y de secretos

Tal vez sólo me sea dado
Entrar por esta puerta
A encontrarme
A encontrarte
A decirte que estoy loca de esta realidad
Que quiero estrellar mentiras en mi cuerpo
Desterrar el pavor que nubla corazones
Fumar el templo viejo de esas formas

Brota la soberbia
Pájaro increíble de inmensas alas
¡Si no sabés volar!
Si no podés rozar el milagro de un sol verde
De un estético junco devenido colibrí en mis labios
Magia
La magia de los raros
Los que convertimos guijarros en peces
Ramas en serpientes
Sombras en espectros
Flores en pupilas
Milagros en amor

Tal vez sólo me sea dado
Corromper las horas
Detener esas lenguas de aguas turbias
suspirar vergonzosas verdades
Tímidos amores
Increíbles derrotas
Torpes sueños de cuerpos cobardes y almas rotas

Tal vez
Sólo eso
Tal vez

jueves, 5 de marzo de 2009

Visiones

¿Dónde está el coraje?
¿Dónde la osadía?
¿Dónde el salto, la espuma de tu canto?
¿Cuántos palitos más pisaré hasta esquivar
senderos que me traen de nuevo a lo viejo?
¿Cuántas ilusiones quedan por quebrar?
¿Cuántos sueños nuevos gestando nombres?
¿Cómo se quiebra el falso cristal?
¿Cómo atreverse a lo más cierto?

Espejo, espejito, dímelo, ¿quién soy?
soy la bruja más horripilante
soy la salvaje mujer del bosque
soy la tímida muchacha perdida
soy la que pare gozando embravecida de amor

¿Quién entonces?

Espejo, espejito
Esta tarde la luna asomaba
El cielo serpenteó siluetas de verdad
Supe, sí, supe
En esas líneas de viento
Me arranqué el corazón
Lo dejé sobre la piedra brillante del tiempo
Tuve que jurar
Tuve que jurar para seguir viviendo
Esa mezquindad antigua se ahogaba en la sangre oscura
Un rojo refulgente latía sin pausa en cada mano
¡Basta de mentiras! - Me gritaba un zafiro
No tuve miedo
Cosquillas en el vientre, caricias,
Dibujé mi rostro con semillas de oro
Mi pubis con miel de rosas
Mis manos arcoiris danzaban mi contorno

Sólo supe
y sentencio:
¡No te atrevas a tocarme de nuevo!
¡No te atrevas!

Mientras sea:

Madera muerta tu boca
Restos tus manos
Limpio tu sexo
Juiciosa tu lengua
Precavida tu mente
Sigue tu camino que yo tomo otro
Me bebo el fresco desatino de la aurora

Si en un relámpago despiertas y:

tu corazón abierto grita
tu mirada clavada en el eterno presente se atreve a decirlo
tu paso embiste firme esa huella paralela al horizonte
tu mano abraza mi mano entre las manos

Allí
tu alma espíritu
quebrando la monotonía de las horas,
germina valentía entre destellos de luciérnagas

Allí
donde nada es grande
donde todo es lo que es
El cielo se abrirá en un quejido de dulzura
Podrás amar de frente
Verte en mis pupilas al límite del salto
Gritarme de gozo
Ensuciarte de jugos y ternura
En la rítmica sinfonía de cuerpos vueltos uno con uno

Allí
sentados a la orilla del abismo
riendo extasiados de todo nuestro amor