insinuación del arco iris...

lunes, 21 de febrero de 2011

IOCARI - Hacer algo con Alegría










Foto de la web

Y comienzo el lunes compartiendo un juego
desde su profunda etimología
Jugar del latín iocari - hacer algo con alegría
y este divertimento de letras viene desde ahí
desde un IOCARI
un regalo del alma abierta y el corazón libre
sin pretensiones literarias ni cinematográficas

iocari...

Gracias a las personas que todavía juegan

A quienes comparten el viaje sin haberse convertido en "grandes"
¡Que los disfruteis!

Comenzé  a escribír ese libro
el que está pleno de juego y risa
con las marcas justas de cada color
hasta de los que no tienen nombre
esos que olvidamos ver

la vida es definitivamente un juego
una película
muchas películas
entonces en la vidajuego
con historias de historias
"guionamos"
El Desafío
con tomas dignas del mejor cine argentino:

Día, domingo, atardecer
Avenida que llega a Costanera Sur, gente, gente, gente
ella sigue a otro auto
se detiene en un semáforo
ve a una mujer ¿muerta? tirada en el cordón de la vereda
Del otro lado de la avenida
se le acerca otra mujer y la intenta despertar
cae el brazo
¡está muerta! Angustia en la cara de aquella mujer
angustia en la cara de la protagonista
mira el semáforo
está verde
el otro auto se va
la mujer muerta mueve el brazo

arranca

Y aquí título, banda de sonido,
los autos andando
temina la presentación con el
estacionamiento
de los dos autos
uno al lado de otro frente a un puesto de choripan
en una Costanera atestada de gente y de autos
Y ellos estacionan juntos, justo dos lugares,
típica escena que “sólo pasa en las películas”

Corte a ella que saca el mate del auto
y guarda mate, bombilla y repelente en la mochila de él
caminan esquivando multitudes
él le dice – primer diálogo en la peli -

-No hay más agua -
Ella se desconcierta y ríe
-Pero podemos ir igual abajo, como si la hubiera -
-Claro – dice ella.

Toma bajando las escalinatas de Costanera sur
hasta que se sientan en el borde detrás de las cadenas
mirando la laguna llena de plantas, casi como un pantano.
De fondo la música de un grupo bullicioso, espectáculo callejero
tomas varias de risas, charlas, mate, más risas;
tal vez podrían reproducirse fragmentos de los diálogos
la construcción está puesta en una danza de gestos
complicidad y alegría
es todo “perfecto”
y no hay lugar a: “ahora viene el mal momento”

el mate se acaba
la luna sale tras unas nubes negras que se corren
y dejan justo el hueco para que ellos se maravillen una vez más
es otra escena sólo de película

ella habla por teléfono un instante
él hace pis contra un muro

se levantan y caminan caminan caminan
hasta el final de la Costanera
vuelven

perdieron la noción del tiempo entre tantas palabras y ganas de saberse
¿edades? La necesaria, la suficiente
hablan de eso también
de ser “grandes”

él tiene gestos que detiene
quiere abrazarla, tocarle el hombro
ella recibe la intención con naturalidad
en un continuum de tiempo sin tiempo
de reconocimiento
de alegría

se sientan en el banco grande y antiguo que está al lado
del puesto de choripán
gente
perros
autos
música
el domingo se apaga
y ellos siguen en el banco

él le muestra unas fotopostales
quiere que elija la que le guste
ella elije una que dice 5 sentidos
pero tiene 6 manos haciendo gestos del cero al seis con los dedos
-¿Por qué dice 5 si son 6?

Sigue el juego, la intención, los gestos
-Qué hora es? – dice ella – Adivinemos: las once.
-Nueve y media – dice él
-22:47 – dice ella
Ríen

¿Qué es el tiempo?

El Sr. del puesto de choripan pone música correntina
ya casi no hay gente
vieron mutar el día y el ritmo
de la algarabía
al silencio de una noche de domingo
las nubes dejan ver la luna de a ratos

viene el momento donde el cristal llega
todo se detiene
se miran profundamente a los ojos
(como espectadores estamos esperando el beso y que la película
arranque de una vez por todas
no se entusiasmen
el beso nunca llegó
y ahí empezó la película)

No iban a besarse, no esta vez
ese fue el trato,
besos sin besos
-A ver como abrazás? – dijo él
se acomodaron en el banco, cada uno en el hueco exacto
y disfrutaron de un abrazo amoroso y profundo
lento y suave
y siguieron el juego
sabiendo que el cuerpo iba paso a paso a cumplir
rigurosamente con la química que ellos sabían de memoria.

Estaban decididos a crear.
Se contaron sensaciones
compartieron historias de sexo y erotismo
de encuentro y desencuentro
eran pocas las palabras
y sus manos iban y venían en el sutil contacto

-Puedo acariciarte 5 horas con la yema de mi dedo – dice ella
-Quiero – dice él
Ríen
-La cuestión es que toda yo esté presente en la yema de mi dedo – sigue diciendo ella -
y que todo vos estés presente en cada lugar que mi yema roza.
Él imagina escenas
Ella aprueba y sonríe

Los cuerposmensaje
cuerpos eléctricos
cuerpos vivos

la mirada y la risa
la mirada

-Quiero meterte toda adentro mío-dice él abrazándola muy fuerte
Y ella se deja llevar en ese abrazo.

Siguen en el banco
ella le pregunta si el señor del puesto del choripán los está mirando
Él dice que no.
Ella se estira hacia atrás y mira el cielo.
Él acaricia el vientre recordándose
las “reglas”

Ríen
Se paran y bailan
el ritmo mece los cuerpos en espejo
ellos danzan bajo la luna de piscis
es febrero
es en Buenos Aires
y es una película argentina

saben que tienen que despedirse
no pueden
ella le deja la decisión de “cuando” a él
-Y si dormimos juntos? – pregunta
-No vamos a dormir – le dice ella – y vos mañana…
el ritmo del mundo ordinario recordándoles que hay algo más
allá afuera.

Se preguntan cómo será entonces, si podrán encontrarse de verdad.
Y saben que se están encontrando.
Ella lo mira y le dice que ya no quiere tener que olvidar.
Él dice que tampoco.

Se abrazan y caminan hacia los autos.
-Son las tres de la mañana - cuenta él.
El señor del puesto de choripán le explica a ella donde hay una estación
de servicio y le hace el chiste de que les cuido los autos.
No acepta propina, entonces él le compra un sándwich y ella toma algo.

Charlan con el señor, le preguntan sobre su historia
Cuenta con su cara agrietada las penas y el destino
ella cree que el señor va a llorar pero no dice nada
respira, lo abraza desde lejos
Están terminando de comer y beber
y él le dice a ella:
- Lo sorprendemos?
-Dale! – se sonríe
- Nosotros nos conocimos hoy – dice él

El señor del puesto los mira, se ríe y les dice:
- ¿Y cuándo se casan? – ríen todos

Corte

Cada uno en su auto saliendo de Costanera
Ella va a cargar nafta.
En el camino le señala la Iglesia de la que el puestero les habló.
Paran en un semáforo.

-Yo sigo por esta calle – dice él
-Claro – dice ella riendo – aprovechá el envión
Él baja del auto, la abraza por la ventana, sube a su auto y se va por una Avenida vacía.
Ella entra a la estación de servicio.
Son las 4 de la mañana.

En el aire de la noche
quedan suspendidas risas
finos hilos se tienden
en una inexplicable danza de brillos
es indómita y libre
tiene cuerpo y tiempo
misterio y desafío
vida vida vida
juego
alegría
palabras palabras palabras
que miran
sólo un pequeño fragmento
de una proyección infinita
y en las cuatro letras del único sentimiento posible
se devela el deseo

el profundo deseo de encontrarse de verdad.