insinuación del arco iris...

martes, 10 de febrero de 2009

Furia y amor 1







Esto es también para mis niños, para ellos que están,
bebiéndose de mí la leche más dulce y la más agria..
Para ellos incondicionales de este amor,
a los que les debo esas tardes llenas de ganas y juegos.

Será el olor de la lluvia
la novela que terminé
la música que suena con las gotas de fondo
las horas corren y yo detrás

Lo inconmensurable del alma humana
Sus vericuetos
Los desafíos
Los mandatos

Soñé con ser una princesa
¿Soñé?
¿Me lo contaron? ¿lo ordenaron las formas del juego?
No, no!
Ni princesa, ni reina, una salvaje montando en pelo
la yegua indomable de la aurora.

Palabras mudas
Harta de mentiras de corazones miedosos
Especulaciones frías donde sólo cabe dolor
¿Cómo construimos destino?
¿Qué queremos de verdad?
De verdad queremos que nos quieran de verdad.

¿Jugamos?
¿Te animarás a oír mis mejores secretos?
Los hechos de palabras
los susurros, gemidos, los de aliento
¿Seguro que me ves?


En esa imagen que dejó una fotografía
con barro hasta el cuello,
en medio de mi Bosque,
liberaba a la fiel camioneta de las fauces del lodo
del arroyo furioso
con una palita de playa, toda mi decisión
y mis niños valientes de tantas noches sin paredes.

La lluvia caía ese día también
salimos airosos y riendo
y después el Río con su indómita crecida.

Mis pupilas sintiendo la libertad
El frescor único de la tarde
La menta en el aire
Esos pájaros regalando sus sonidos

Esas noches luché con los fantasmas
La medianoche traía un pavor inexplicable
Mis rezos no alcanzaban
Doblegué algún miedo
Volví airosa

Batallé sonriente en este asfalto
Levanté una nueva casa
Llena de sol y cosquillas
Lavandas y cedrón para embriagarme y soltar los enojos
Esa furia que aprieta la garganta y me deja sola

Alguna nochecita con ese algo que quedaba
salíamos con los niños a juntar leña por el barrio
Encendíamos el hogar con palos viejos oliendo a ciudad
Fresco en el recuerdo nuestros fogones donde se cocían los “chapatis”
Donde las manos de todos pasaban la tarde

Esta lluvia me trajo esas tormentas
Lo sé! ni princesa ni reina!
Salvaje, siempre salvaje,
En mis fuertes brazos de hamacar niños
Juntar leña, acarrear agua y tantas mañanas de sol.

Entonces sé, si, sé!
Otra vez el barro, si, en las manos de todos
Las guitarras y las tardes que nos encontrarán
Levantando las paredes con nuestro calor
Esas paredes
Que cobijarán la dulzura que siempre estuvo esperando.






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Me gusta la danza de las palabras compartida, verdad-consecuencia, bienvenida/o! Espero con alegría tu juego...