martes, 24 de mayo de 2011
El último veneno
Ella vino
Sorpresivamente
temía su visitaEnojada en su bella luz
sabía que diría algo
difícil de escuchar:
-“¿Y entonces? ¿Qué esperás para dar tu último veneno?
Otra vez, otra vez, una vida más, otra ofrenda muerta…
¿Hasta cuándo tu cobardía de callar…?”
Las lágrimas como cuchillos helados salían de mi piel
las palabras querían partirme
la lengua dragón quemante se movía libre
espasmos de tiempo antiguo
salían bullentes a buscar oídos:
-“Te vi, te vi otra vez, una vida más
Leí tus recuerdos de la época del mundo en que fui esa india “hermosa”
y tu pasión de hombre blanco me buscaba, esperaba tu carreta
desde el lomo suave y caliente de mi animal
Me temías, me deseabas y me temías
descubriste mi desnudez esa tarde de río y cascadas
te di la libertad de un galope único
Viajeros de mundos distantes sólo pudimos encontrarnos
en una mirada de fuego y estrellas
cuando llegó la hora estuviste del lado de ellos
la tribu arrasada
tu mano quieta
tu pavor
mi miedo
olores de muerte y pólvora
apagaban las risas el tabaco nuestras danzas
no atreverme al salto
las sabias plantas me devolvieron a la tierra
herida de muerte
supe que habría otra oportunidad
porque ya te había encontrado
y las formas humanas
son siempre excusas para volver.
Y ahora,
entonces,
nos “reconocimos”
ahora era “fácil” sin tribu ni bandos
ni muerte ni venganza
Te llevé a volar en el recuerdo
te asustó perderte en el trance
te asustó mi mirada diciéndote esa tarde
desde mi voz de india
que esperaba que esta vez te animaras
que estaba cansada de buscarte vida tras vida
que te iba a enseñar a galopar salvajemente
que esta vez sí!
Yo te vi
y las Diosas y Dioses conspiraban con este regalo
debajo de una luna llena de verano
nos dieron la chance
nos pusieron tan cerca que quemaba
y creí que sí
dolía el recuerdo de tu cobardía vieja
y te creí
volamos en el agua brillante del deseo y el sueño
dejaste grilletes y visionaste
leí esas letras donde recordabas el desierto
fui fiel compañera de nuevas sendas
vislumbramos luna y noche
colores de un mundo secreto
puertas por abrir
rutas esperando canciones
la tentación vuelve
esos brillos huecos
falsedades tramposas
el ruido del mundo arrasó tu mirada
viste, una vez más, la segura carreta
las casas con puertas y ventanas
pero también con cerrojos
temiste mi hogar de tela y tierra
esas noches de cielo por techo
y lumbre y hierbas
Mi piel huele a hembra
sé aullar con mis hermanos lobos
y responder al relincho que me llama
a veces uso ropas de este mundo para que me entiendan
aunque entre lágrimas, asumo esta parte de destino,
compromiso de vientre y brazos
guardiana de perfumes
ya ves, no soy de acá,
aunque tenga una dirección y raras tarjetas
a pesar de eso
no entiendo tus dibujos de hombre urbano
ni esas líneas que no entran en el espiral de la vida
asusta
tu lenta carreta
cascos por pies
alas por brazos
esas aves silban mi nombre
a veces no lo comprendo y duele
casi olvidé el idioma de los árboles
hasta que me hablaron cuando fui por su abrazo
y dormí en sus ramas cada vez que los grandes
se olvidaban de acunarme
en mi fresca niñez
aquella donde hablé
con cada animal
el idioma del silencio
A pesar del tiempo
a pesar de las horas lejos de esos verdes intensos
sé que todavía escucho la tierra cuando brama
el agua que crece en cada Río
huelo el viento y encuentro señales
esas tormentas y mis lunas sangrando me recuerdan quien soy
Y todavía
todavía reconozco el sonido cascabel
pertubador desafiante y definitivo
todavía puedo pedirle que me ofrende
su elixir de muerte
todavía
y ahora
esta noche
no puedo más que hacer dormir mi amor
pintarme la cara con los colores de la furia
trenzar con cintas mi cabello brillante
montar en pelo y galopar hasta caer rendida
y buscarte
y buscarte airadamente para darte
mi mejor veneno
para dejar morir lo que tiene que morir
y borrar con este grito los nombres en la piedra!”
El cuerpo dolía
salí del trance mojada y exhausta
y ya no tuve lágrimas
algo se cerró en mi centro
una nueva semilla está esperando
es la Luna Oscura que llega
es mi hermana de las Sombras que no olvida
esta noche ya no tengo aliento
aprietan mis zapatos
la sangre corre fresca entre mis piernas
limpia
la dejo ir
acariciándome
algo late
late lento y pausado
me susurra aromas que me esperan
Aunque duela una vez más hasta el desgarro
siento esa libertad
sé que ya no tendré que buscarte
Ahora
Esta noche
recuperé mi centro
Vi mi lanza en la mano derecha
vi los colores de mis prendas
las montañas
ese desierto
comprendí en la grieta del recuerdo
las ruedas eternas del tiempo
y ahora sé
en mi salvaje intensidad
que alguien recorre huellas en sus pasos
y en cada cicatriz reconoceremos nuestras risas.
Ella,
mi Amiga de las Sombras,
se fue en un sigilo
me rozó su falda de seda y luna
me embriagó de sonidos.
Hermana Oscura
temo y espero tu regreso
agradezco siempre
esa provocación
de recordarme
quien Soy
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Hola Cybeles, tras tanto tiempo como siempre es un placer.
ResponderEliminarTe dejo mi correo, cuando puedas escríbeme por favor porque quisiera enviarte unos ejemplares de un libro que acabo de publicar.
Tú que eres parte de todo este mundo en donde habitan las hadas.
Un abrazo grande ^-^
david.soules@gmail.com