insinuación del arco iris...

martes, 14 de abril de 2009

Pompeya 1 - La danza del milagro

Es tarde, mis párpados caen pesadísimos, hoy presencié el milagro una vez más, les dejo el comienzo del viaje, cuando vuelva del mundo de los sueños y encuentre el sol, seguiré el hilo.

Danzamos, desde el concentrado callar,
al intenso encuentro de nuestros cuerpos.
Entré en su piel,
pedí permiso y entré en su piel.
Pompeya susurraba a mi corazón,
en su mundo aún acuático,
me invitaba a sentir.

Manos tibias y brillantes
caminaban sus formas
se mecía
Pompeya iba dulcemente
viniendo.

Nos quedamos solas en la habitación
refundamos momentos en el silencio
su mirada y la mía viajaban
ella sabía
yo compartía
las respiraciones rítmicamente
acompasadas
afuera el viento sonando en las hojas
el llamador de amor indio
y tanta tarde

Cada vez que la ola incandescente venía
salía de su frente
y se colgaba de mí
salvaje
bella
gemía en mi oído
mi fuerza la acunaba firme hasta el final.

Descanso
estrellas en sus ojos
un abismo para desafiar el miedo
la voluptuosa flor vestida de espinas
el poderoso perfume atávico
del vientre.

Mi corazón estalló de amor
me nacieron hijas
en mis manos
en los besos
en cada poro

Pompeya infatigable
redoblaba su apuesta
sonrisas infinitas jugaban dulces
para recibirla


2 comentarios:

  1. Pompeya que dulcemente nos recuerdas...

    me encantó este texto ='(
    sé que no pinta triste... pero me causa una cierta nostalgia

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  2. la danza nos viaja aunque es muy difícil y maravilloso confundir colores, destinos... y pompeya no es pompeya y el encuentro es un precipicio. El ritual retiene el fuego, la tierra pero nunca un motivo o un paisaje, basta la niebla de sudor y vello

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Me gusta la danza de las palabras compartida, verdad-consecuencia, bienvenida/o! Espero con alegría tu juego...