Tal vez sólo pueda abrazarme
a los ritos de la verdad
La que surge del profundo vientre
Y se yergue, suave susurro,
Invitación de risas frescas,
A la melena del día
Siento las manos ardientes de hombres y mujeres
Tras un gris que sofoca niebla en sus anhelos
un ímpetu ciego
gacela púrpura quemando noches
Rayo devenido estela de los prados
Esta en mis yemas, en las tuyas, en las de todos
Furia de semilla a la hora exacta de todos los milagros
No detengas tu pie, el brillo de tus gestos,
Aunque parezca un viejo eco
resurgiendo de la olvidada cueva
crispa ese momento
en que te convertiste
en falsa estatua de sal
Que lleva tu nombre
Ahora el salto, la espuma de tu canto
La columna gestando
sutil cristal de la flor prohibida
deslumbra cenit en cada soplo de tu dorado corazón
sábado, 11 de octubre de 2008
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Querida Amiga: desboquémosnos, desbordémosnos a través de lo escrito...quien dice...tal vez así...
ResponderEliminarSí... tal vez así un asomo de la temorosa libertad pueda brillar en nuestros corazones...
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