En esta noche, larga y quieta, escribo, reescribo, busco, sueño, y ellas vienen y danzan a mi alrededor, ellas, las mujeres de mi vida, las de ahora y las de antes, las que vendrán y las que quedaron en el camino, una y mil veces mujeres, suenan sus risas y siento el roce de sus voces, la suavidad de sus lágrimas y la tibieza de sus manos, ellas, hermosas y locas, impunes y tremendas, a todas ellas las líneas que siguen...
Mujeres
Mujeres,
lobas hambrientas,
guardianas del amor convocan espíritus en sus faldas:
“Hey! no te pierdas… bebé de mi savia,
guárdate del mundo hostil entre mis senos brillantes”.
Me sentí loba hambrienta,
peregrina buscando pares
entre hombres.
Con mis hermanas de círculo,
brindándonos y brindando
oportunidades
grietas
una y otra vez.
¿Quién quiere oírnos?
Bellas
radiantes,
poderosas y temibles.
En ronda mágica
Salpican risas y jugos de lágrimas
a la doliente y hembra tierra
que en sus raíces
necesita y espera.
Hay roces
Sedas nuevas
En los callos del tiempo
Ellos saben
Gota a gota
Este rojo elixir
Viene
Cuenco de milagros
Y ternura
A desterrar el frío oscuro
De la soledad
lunes, 13 de octubre de 2008
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