La aurora de las bestias,
acecho de los ángeles en los párpados de escarcha.
El tiempo simula parálisis
en los helechos dibujados de los sueños.
La bruma insiste en su humedad de almeja,
su larga lengua cree limpiar la timidez de la aurora;
no es posible:
los labios de las horas no dicen sus temores,
la cueva espera la lamida del agua,
cadenciosa de espejos inventados,
ríe nocturnidades a los pájaros negros.
La aurora de las bestias suda,
caen gotas de almíbar salvaje,
instante perfecto:
la gota alcanza la lengua de almeja,
la bruma en su lengua abraza la cueva,
lame los bordes,
baila graznidos de pájaros negros.
La aurora de las bestias los desnuda,
acecha transformando sin tregua la verdad,
ángeles,
pájaros negros,
hijos de dioses huidos,
oscuras plumas revelan el misterio,
dan la hora bebiéndose el eclipse.
El elegido,
descomunal en su vacío,
agota la luz,
la única salida,
el mascarón de proa de los hombres.
miércoles, 4 de febrero de 2009
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es ese juego que te lleva a componer tan bellos versos, pintados y tan vivaces que construyen una imagen dibujada al leerlos... precioso!!!
ResponderEliminarbesos
baci