No tengo que ponerme con este frío
los brazos se hicieron tan largos que todo me queda corto
en la punta de mis dedos brotaron amapolas
tuve que volar esta mañana
no había modo de mover el volante.
Tendría que haberte avisado
ahora tengo miedo que mi corazón
te embosqué a la vuelta de la esquina
-le encantan ese tipo de bromas-
y vos, siempre tan distraído
te mueras de un susto.
y yo ¿cómo le explico a los vecinos?
viernes, 16 de julio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
De tan simple e inocente resulta poderosamente seductor. Un beso
ResponderEliminarHuuum! Gracias, será que sí, que en estos tiempos la simpleza resulta seductora...
ResponderEliminarSerá que la sensualidad amoroso puede tener la "inocencia" de cierta magia que estamos olvidando... Beso para Ud.