insinuación del arco iris...

domingo, 29 de agosto de 2010

Perdón...

...por los momentos iracundos, las palabras torpes, esos silencios sin flores.
Por el cansancio aún en los días de sol brillante, por los ratos de persona grande y aburrida...
Perdón a mis pequeños que aman y me aman incondicionalmente, a mis amigas y amigos, a las personas que de a ratos caminan conmigo.

Ayer fui nuevamente testigo agradecida de la poderosa fuerza del amor, ayer al mediodía vibré cuerpo a cuerpo con la Mujer Salvaje, con la que sabe, con la que en medio del amor y la furia separó sus piernas y empujó a la vida de este mundo a una hermosísima niña.
Entonces claro, cuando estás ahí, en ese borde, en el límite de la vida/muerte/vida, cuando ves salir una persona de otra persona, cuando se abraza el milagro de la ternura entre llantos y risas, cuando la sangre pugna y la piel late en frecuencias misteriosas, a pura endorfina y oxitocina, ahí justo ahí, es cuando vuelvo a despertar y agredecer infinitamente mi existencia, mis elecciones, mi círculo, mis amigas-hermanas, la vocación, los proyectos locos hechos realidad tangible, mi aquí y ahora, mi casa hecha hogar, y Nala con sus pozos, Nubarrón y sus ladridos llantos, los ronroneos, el colibrí de todas las mañanas, la fiesta de la luna llena en la cocina, las pilas de apuntes, mis múltiples trabajos, la bici, la pelota en el living, las paredes llenas de manitos sucias, el olor a pocholo, el cuento cada noche, los desvelos y las pesadillas, los chicos de enfrente hasta las 3 de la mañana, la osadía de nuevas amistades, la danza de la piel, las siestas que no son, y sobre todo la risa increíble de mis hijos, los abrazos apretadísimos de Boris, los mimos de Serena, sus malhumores y sus tardanzas, las canciones y ocurrencias, la presencia de mi madre, sus rescates y su increíble abuelidad, este blog y los bloggeros... innumerable lista de momentos, personas, situaciones.
Por eso, perdón, porque sé que me olvido de a ratitos algo de todo esto, y gracias infinitas por estar y ser, por recordarme que la vida es increíble.

Ayer al mediodía, otra vez, todo esto estuvo ahí, en el abrazo nuevo y tibio, en el amor puro, en tanta luz...

Hasta Mañana y Buena Semana para todas/os!

miércoles, 25 de agosto de 2010

Breve y Sencilla Historia de la Sra. Cochina

Nota:  Si espera un contenido de alto valor literario, una moraleja acerca de la vida, o algo en particular, no lea este post.







Había una vez una Sra. Cochina.

Su vida, desde los inicios, la signó de rareza, con una actitud confiada e incrédula para algunas cosas y tremendamente avispada para otras; y como frutilla de la torta una incitación a la rebeldía que la llevaba a cuestionar casi todo lo que tenía delante.

Lo primero que se planteó fue salir del chiquero, esa especie de estanque de estiércol donde la familia “simulaba” pasar la vida.

A medida que fue creciendo, y a pesar de que se esforzaba por encontrar aquel lugar de pertenencia sentía que volvía a caer en la misma trampa una y otra vez.

Chiquero tras chiquero renovaba esas tremendas ganas de dar vuelta la tierra para encontrar la raíz del asunto, pero claro, imagínense, el resto de los cochinillos no tenían ni cinco de ganas de revolver tan adentro bajo la ilusoria promesa de una vida intensa de risas, lágrimas y libertad.


- A mí dejame así que estoy feliz en mi chiquero

- Pero porque no te dejás de joder con esta historia de revolver!

- Qué estás buscando? Ves? Sos rara!



Y así probó aquí y allá, y pagó precios que fueron regalos: abrazó la soledad,
se conoció a si misma, lloró a mares y descubrió su propio placer.
Igual, como una cochina que se precie siguió participando, y tuvo la dicha de encontrar
otras cochinas en similares circunstancias.

Lo de los cochinos fue más difícil, es que no entendían, le decían las cosas más insólitas, o no le decían nada. Igual, a fuerza de trabajos prácticos algo aprendía, algunos los disfrutaba y seguía entrenándose en las artes amatorias. Y alguna que otra vez se ha cruzado con un cochino que no se olvidó del olor del mar, ni de mirar a los ojos o pedir deseos con las estrellas fugaces.

Ahora la Sra. Cochina, con unos años encima, pero nada superada, se divierte mucho más, tiene cierto aire de desparpajo que le permite hacer piruetas como Dios la trajo al mundo, se sigue proponiendo amar, juega y ríe, y su parte “malita” se burla un poco de todos los cochinos y cochinas que se volvieron “grandes” y serios y se olvidaron de las cosas importantes.

En algunas noches de Luna Nueva hace Círculos de Cochinas donde renuevan los lazos salvajes, acunan hijas e hijos, comparten recetas de cocina, consejos eróticos y sonrisas infinitas.

Y en las de Luna Llena, cuando se encuentra sola, suele poner en práctica algunos de los consejos y hace dedicatorias de sus logros.

La Sra. Cochina por sobre todo las cosas, ama las magnolias, y por supuesto, jamás las lleva a los chiqueros; si la ven por ahí con la flor prendida en el ojal, no la tomen por presumida, sólo quiere dejar el aire perfumado, si se animan a andar con la magnolia en el ojal, haganle un guiño. Después me cuentan.

domingo, 22 de agosto de 2010

Arcoiris Desnudo

Arcoiris

Creí que te llevaba en mi escote,
(palabra antigua)
Y no precisamente por la magnificencia de las formas.
Lo fácil hubiera sido en la mirada
-esa que nos costaba sostener para saber / nos –
Cada palabra
Risa
Y en los silencios
La espera

Todo ese café que no tomamos
Me despertó el resto de la tarde
Perfecto equilibrio de la fisiología
Yo sé / tu sabés
Todos comprendemos
Y sin embargo el pie no piensa
Menos los dedos
Ni que digamos de los labios.

El sol iridiscente entibiaba el aire
Cruce de rutas
Almas curiosas

Creí que te llevaba en el escote
O en el gesto que anunció
tu mano en mi cintura.

Es algo raro para la mayoría de los mortales
Intuyo que te ubicaste justo
En el espacio de nuestra más innegable
Libertad

Brindo por ello
En ese sitio danzan
matices de nuestros logrados
e individualísimos arcoiris.


Desnudo

Cuando lo que no habla
logró encontrar la grieta – me encanta esta palabra –
se sumó la prisa del voraz tic tac que denunciaba
el avance de la tarde.

Casi a la misma hora,
Retomamos el hilo
Ofrecimos nuestros mapas
Intuitivamente los senderos
Se abrían

Allí

Donde la sed se deja

Y nuestra ruta compartida
tuvo la ofrenda de la risa
Cómplice juego
Esa alquimia
La fuerza etérica y no etérea
tensaba la cuerda
Viajeros de las formas
Conquistadores innegables
pintamos sutiles huellas
señas
improntas de destino.

El tiempo se acababa
volvíamos al mundo
y entonces si,
mi escote
tu mano
diseño divertido
de una pose que luce

Aún percibo
la sorpresa de mis palmas
bajando por el muro
y ese arcoiris
brillante
equilibrio
de luces y colores
te dejó
la mejor foto
impresa
en tus pupilas.

martes, 17 de agosto de 2010

Furia del deseo

Pude saber que la furia del deseo
era tan intensa como efímera,
y que los cuerpos danzando
eran sólo la puerta
para poder empezar
a tocar
la verdad del
                             corazón
que quema pavorosamente.

¿nos vamos a ir de esta vida sin conocerla?

lunes, 9 de agosto de 2010

Retazo de futuro

Vi un retazo de futuro

enredados en sábanas interminables
enjugadas de nosotros
Delfines serpenteando las risas
desde la mismísima hondura
de todos nuestros llantos

Mordí tu boca vestida de brillante cielo
Ese retazo era nuestra fuga
Los hoteles como cuencos
Cada hueco del tiempo
alquimia de sudores
En la cresta salada
 esa curva
Danzaban colibríes saciados de cerezos

Retazo de futuro
Me deslizo en tu costado
Asciendo lento
Nuestra cima
Mirada abierta al infinito

viernes, 6 de agosto de 2010

Visita de invierno












Hacía tiempo que no venía.
Ella,
mi amiga de la sombra,
la Dama siempre oscura
la que se ríe de las formas
la que cree en la verdad secreta de las palabras

Cada sonido

El encuentro de la letra
sílaba consumada
lee incesante esa carta
que mi mente escribe inexorablemente

Amores paralelos
Espiral sin tiempo
Me lo grita en los ojos:
-“¡No hay formas ni edad!”
-“¿A qué tanto miedo?”

Y sigo atada
Y no salto
-“Pero los años pasan “– le repito enojada
Ella ríe
No tiene fecha ni nombre
Desmiente a los corsarios del tiempo
No negocia monedas de oro por elíxires

-¿Y qué esperás entonces? - susurra
en su danza de pétalos.

Si pudieran verla
Embriaga su aroma
exquisita y feroz manera de amar
que queda prendida en sus labios

Ella siempre sabe
Vuelve
Me recuerda

Yo estoy atada a una silla antigua
No sé como pararme entre tanta tormenta
Vislumbro la grieta de mi gracia
Recuerdo imágenes donde todo
queda perfecto
Esas fotografías increíbles
“Es qué somos nosotros también” – le digo en un sollozo
Ella lo sabe.
La Multiplicidad del corazón
Dador infinito

Siento sus manos en mis hombros
No quiere oírme más
Se aburre de la prosa
se agota en mi tibieza
¡Quiere más!
Quiere oírme decir
otro ritual de la verdad.
ese que confiese, por sobre los absurdos calendarios,
que los eternos giros de un loco reloj
no detuvieron la impronta de mis manos
ni cegaron mis pupilas para verlo
cada vez que la vida nos reúne
y sus brazos rodean mi cintura.

El brillo de nuestra risa,
sabor dormido de sabernos,
y  esas ganas de morir en el fuego.

Los sueños locos

-¡Decílo!- me grita - ¡Decilo!

Ella se va
las lágrimas caen
y la tierra se quiebra
mis pasos temen su furia.

No intento detenerla.

Cuando regrese tendré que ser otra
Cuando regresé, tal vez,
haya abrazado el secreto de este amor.